Wednesday 14 October 2009

Queridos Amigos,

Sentimos mucho haber estado fuero de contacto tanto tiempo, pero es difícil conectarnos a Internet ya que no tenemos conexión en casa todavía aunque estamos en ello. Durante casi dos semanas estábamos en Addis Abeba, la capital ocupados con un curso de formación y preparación antes de ir a nuestros destinos. Había dos ordenadores con conexión a Internet pero con 40 personas asistiendo y poco tiempo disponible, era casi imposible tener la oportunidad de escribiros.

El curso era muy intensivo y tuvimos que aprender un poco de dos idiomas; Amharic, el idioma de la zona de la capital, y Oromifa, el idioma de la zona donde estamos trabajando. También, nos dieron talleres sobre la situación económica, política, social etc del país y los problemas para su desarrollo. Addis está a 2.400 metres sobre el nivel del mar y es una ciudad muy extendida de unas 3 millones de personas. Aunque es la sede de la Unión de los Países Africanos, es una ciudad pobre y abarrotada con poco de bonito pero, dicen, con unos museos fascinantes que no tuvimos tiempo para visitar. En uno de ellos está Lucy, el esqueleto más antiguo de una antecesora de los seres humanos que se han encontrado, con 3.5 millones de años de antigüiedad, que fue hallado en Etiopía.

Y ahora estamos en Nekemte (o Naqamtee): un pueblo en las montañas a unos 330 km de Addis y a 2.000 metros sobre el mar. Como fue la primera vez y llevábamos muchos bultos nos llevaron en un todoterreno y tardamos nueve horas en llegar. Llegamos en la lluvia ya de noche y la primera impresión fue de horror: casi resbalamos en el barro en frente de la casa y la casa estaba oscura y sucia. Tenemos un sólo grifo en toda la casa – en ‘el cuarto de baño’- y la cocina no tiene nada, ni frigorífico, ni agua ni fregadero, ni horno. VSO nos dio una placa eléctrica (cuando no tenemos luz no hay comida). Los muebles son horribles pero nos han dicho que, en algun lugar hay algunos otros muebles guardados que pertenecen a nuestra ONG que podemos llevar a nuestra casa. Apenas ha parado de llover durante la semana que llevamos aquí y la casa es muy oscura y húmeda. Me parece a mí, Richard, que por eso en seguida cogí en resfriado gordo. Ya le ha tocado a Emilie. Nunca habíamos imaginado que podía ser tan duro adaptarnos a una vida nueva.

La pobreza es extrema; las calles son de barro y encharcadas siempre durante la época de lluvia y muchas mujeres andan descalzas. También son las mujeres y niñas que van cargadas de leña que llevan en la espalda y que les dejan deslomadas. Otras mujeres se sientan al lado de las calles vendiendo unos pocos tomates, cebollas, zanahorias o naranjas, casi los únicos productos frescos. Hay también miles de tiendecitas que venden unas cositas enlatadas y botellas de agua y Fanta. No hay productos lácteos que tanto nos gustan a nosotros, como el queso o el yogur, pero los bares ofrecen en café con leche riquísimo, uno de los pocos consuelos hasta ahora. Etiopía es el país que inventó el café como bebida. ¡De donde viene la leche para los bares es un misterio que no hemos resuelto todavía! Todas las calles principales tienen sus mendigos, a menudo con enfermedades horribles.

Otro consuelo es la gente o, por lo menos, muchos de ellos, sobre todo los niños. Hay una niña de 6 años que es huérfana y un niño de 2 añitos que viven en la casa vecina a la nuestra, a dos metros dentre del mismo recinto, que son encantadores. La mayor nos enseña un poco de su idioma, la Oromifa, y nosotros le enseñamos el inglés, del cual ya sabe algo del colegio.Nosotros vivimos en la ‘casa grande’ comparado con los cuartitos en los cuales viven ellos. La ‘abuela, la hija y el nieto y la niña viven en dos cuartos y los otros tres están alquilados. Tienen luz pero agua no y es una ironía que incluso en esta casa tenemos teléfono pero a menudo no hay agua ni luz!

Los niños empiezan el inglés desde pequeño porque es el idioma común del país y el idioma de toda la enseñanza a partir de secundaria. Muchos niños se acercan a nosotros para practicar su inglés y nos encanta charlar con ellos. A pesar de ello, el nivel no es muy alto, ni a la altura de los profesores de la universidad y, por eso, nosotros estamos aquí.

En cuanto al trabajo, hace tres años empezaron a construir la universidad y todavía siguen construyendolo. Han hecho los edificios primero pero los caminos son un mar de barro que ensucia tanto la ropa como los pasillos e incluso las paredes hasta cierta altura de los interiores de los edificios. No hay agua corriente todavía y los servicios son, por lo tanto, como podéis imaginar, inservibles para gente como nosotros que estamos acostumbrados a otra cosa. Hay que reconocer y admirar la ambición que el país tiene en construir 13 nuevas universidades a la vez pero, a nuestro parecer, hubiera sido mejor hacer menos pero en condiciones. Realmente, nosotros no hemos empezado a trabajar porque no están preparados para nosotros. Ayer registraron a los nuevos estudiantes y mañana, supuestamente, empiezan las clases pero las clases que nosotros vamos a impartir no están programadas todavía. Nuestra tarea va a ser mejorar el inglés y la metodología de los profesores y, por lo tanto, nos dedicamos ahora a preparar nuestra materia. Hay una política de suscitar que las chicas vayan a la universidad y este año son un 25%, que es un progreso enorme. Pueden entrar con una nota un poco más bajo que los chicos, pero una vez dentro, tienen que mantener el mismo nivel. Sin embargo ayer hubo una ‘cena’ para dar la bienvenida a los nuevos profesores y conté tres mujeres, nada más. (La cena empezó a las 6 y terminó a las 8!!!)

Por desgracia, es muy fácil decir las cosas negativas, pero somos nosotros que hemos elegido tener esta aventura e intentar ayudar en algo un país que necesita mucha ayuda, así que, no deberíamos quejarnos. Todavía es pronto, sólo llevamos un poco más de una semana aquí y hemos estado resfriados, que no ha mejorado nada nuestro humor. Con tiempo, nos iremos acostumbrando y nos sentiremos más contentos con la vida que llevamos aquí. El principio siempre es duro!

El correo funciona asi que podéis escribirnos al estilo antiguo:

Richard Hayes / Emilie Tieken
PO Box 328
Nekemte
Etiopia

Tel casa: 00 251 576611436
Mob R: 00 251 912786398
Mob E: 00 251 912786403

Un abrazo muy fuerte a todos,

Emilie y Richard